La otra elegida de la llave espada by AriKHDC.

Capítulo 1, La aparición.

"¿Por qué tenía esa sensación? Kairi… Riku… ¿Dónde estais? ¿Por qué yo… tuve que ser elgido por la llave espada? ¿Por qué no pude vivir en las Islas Destino con vosotros, como gente normal? Al menos, he hecho nuevos amigos. Pero nunca podré sacaros de mi corazón. A cuánto más se prolonga la búsqueda, más se van debilitando mis esperanzas de encontraros."

Estábamos en las afueras de Bastión Hueco. Habíamos ido hacia allí para hacer una pequeña patrulla. Ya habíamos acabado, así que nos disponíamos a volver a la casa de Merlín.

—Sora, ¡mira! —gritó Donald tartamudeando, señalando un punto delante de nosotros.

Eran sincorazón. Muchos. Estaban amontonados en una esquina. Me suitué en mi posición de ataque, haciendo aparecer mi llave espada. Mis compañero hixieron lo mismo, detrás de mí. Giré la cabeza hacia atrás, para obserlarles y asentí. Ellos lo hicieron a continuación. Ya íbamos a enfrentarnos a los monstruitos cuando apareció una silueta más baja que yo delante de mí. Llevaba una capa negra, como las de los integrantes de la Organización XIII.

—¡Matad a esos sincorazón! —era el rey Mickey. Extendió su llave espada, amenazante, y se fue.

—¡Vamos! ¡Su Majestad lo ha ordenado! —gritó Goofy.

Los tres corrimos hacia la agrupación; yo, delante.

Íbamos despejando la esquina dónde estaban. Después de que sólo quedaran diez, pudimos observar alrededor de qué estaban.

—¡Una chica! —gritaron, mírandose, mis compañeros.

—¡No os paréis!

Me apresuré un poco, debido a la situación. Acabamos poco después de que yo les dijera eso. Al final, derroté a diez, y mis compañeros a cinco respectivamente.

—Tenemos que llevarla hasta la casa de Merlín —dijo Goofy. Donald y yo asentimos. Me acunclillé al lado de la chica y la cogí en brazos.

—Está herida… Donald, ¿tienes algún remedio?

—¡Utilizaré mi magia! —me puse enfrente de él—. ¡Cura!

—Parece estar algo mejor… —susurré.

Caminamos hacia la casa del mago. Observé a la chica, mientras. Su belleza era cegadora, su pelo, largo, le llegaba a la cintura. Era marrón oscuro, casi negro. Un flequillo le cubría los ojos, aunque los tenía cerrados. Su nariz era pequeña y redondita. Sus labios, carnosos y rojos frenesí. Estaba algo sucia, seguramente habría sido víctima de una pelea.

Pero sus ropas estaban mojadas. Y muy gastadas. Eso me hizo formularme algunas preguntas en mi fuero interno. ¿Quién era ella? ¿Qué hacía en Bastión Hueco? ¿Cómo se llamaba? ¿De dónde provenía? ¿Por qué estaba herida?

—¿Qué opinas, Sora? ¿Sora? ¡Soraaa! —estaba tan concentrado en mis pensamientos que no me decaté de que Donald me hablaba.

—¿Eh? ¿Qué?

—Que qué opinas.

—¿Sobre qué? No estaba prestando atención.

—Qué raro… —susurró, pero le pude escuchar—. ¿Crees que el Rey Mickey nos ordenó que derrotásemos a esos sincorazón para salvarla?

Vaya, se me había olvidado ese detalle. Pero tenían razón. ¿Mickey había querido que le salvásemos?

—No sé. Supongo que quería que la llevásemos a casa de Merlín.

Entonces la aludida se revolvió entremis brazos. La miré, esperando a que abriera los ojos. Lo hizo.

Eran verdes. Una tonalidad de verde muy hermosa. Y quedaban a la perfección en su rostro. Los abrió exageradamente y se revolvió más.

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Se aceptan comentarios y críticas, : P

como mola, sigue el capitulo.

la seguiré en el otro foro mejor, si?